Llevar a cargo un liderazgo en un equipo de trabajo es una gran responsabilidad que requiere de muchas aptitudes, unas innatas, y otras que se deben desarrollar a través del tiempo. Pero, ¿qué pasa cuando la persona que nos debe inspirar es un líder negativo?, y que más que tratar de conseguir un objetivo para el bien de todos, lucha por un objetivo personal y manipulando los ideales de un proyecto?.
Si así fuese el caso, sin duda, estaríamos frente a un mal líder; un líder egoísta, pues no les interesa dar el ejemplo y se insertan en un mundo donde sus propias motivaciones son las principales metas para conseguir el éxito final.
Acá, algunos tips para reconocerlos:
- Un líder negativo no promueve las nuevas ideas, sino que las rechaza porque lo desvían de sus propósitos personales.
- Su nombre pasa a ser más importante que el “trabajo en equipo” y muchas veces sólo se encarga de designar deberes para que éstos se cumplan sin ajetreos finales.
¿Qué hacer con ellos?
Para poder sobrellevar la vida laboral con este tipo de personas, es importante que nosotros desarrollemos las capacidades que él debería poseer; ser más tolerantes, tener paciencia, no bajar el optimismo y demostrar solidaridad con los demás.
También se debe de buscar el apoyo dentro de los compañeros del equipo, para enfrentar de la mejor manera posible la dificultosa labor de trabajar con un líder que tiene sus propias metas.